"La Quinua"
PRIMERA PARTE
Por parte de ARRUE supe que fueron 3 amigos, todos ellos jóvenes españoles que vinieron a Celendìn, el primero fue Deogracias ARRUE, que fue mi abuelo; el segundo, un tal AGUSTÍ y el tercero fue Toribio AMAYO.
Mi abuelo Deogracias tuvo tres esposas: la primera fue: Eliza AGUILAR, fue la mamá de mi papá y sus hijos fueron: Susana (la mayor), Francisco (mi papá), Cristina, Elisa, Ángela y Jesús ARRUE AGUILAR. La segunda esposa fue Francisca CHICO, sus hijos fueron: Ernesto, Manuel y David ARRUE CHICO. De la tercera no recuerdo el nombre pero apellidaba MEJÍA, sus hijos fueron: Deogracias, Joaquina, Rufino, Francisca y Rosa ARRUE MEJÍA.
Ahora hablando de mi papá tuvo como primera esposa a Sofía ESTRADA, con ella tuvo a Elisa y Wilelmina ARRUE ESTRADA. Casado con doña Dolores BURGA tuvo ocho hijos César Francisco, Dolores Victoria, Humberto, Alfonso, Carlos Primero, Carlos Segundo, Arturo José, Esther Amanda y Telmo ARRUE BURGA, este último entró en la Marina y cuando hubo un golpe de estado en el que Sánchez Cerro derrocó al presidente de entonces don Augusto B. Leguía, junto con otros marineros se rebelaron y fueron fusilados. También. cuentan que en Agua Blanca, mi padre tuvo un hijo y en Celenín una hija llamada Cristina.
La tercera fue mi madre Magna Modesta CHÁVEZ ARAUJO, con quien tuvo cinco hijos: Eva María, Magna Crisálida, Jorge Abel, Alberto José Concepción y Primitivo Napoleón ARRUE CHÁVEZ.
Hablando de los hermanos de mi papá, Ernesto, Manuel y David se fueron a Iquitos a trabajar en el caucho. Te contaré que mi tío Ernesto arrojó a su mujer y a sus hijos al río, donde se ahogaron, quedando huérfanos: Valdemaro, Alejandro y Zara, a los tres, su tío Ezequiel BURGA los envió a La Quinua, para que los críe su tía Lola BURGA DE ARRUE.
Les hicieron un cajón a cada uno y los mandaron a espaldas de los cargadores (esa era la forma de transporte en aquel tiempo), los transportaron de uno en uno, primero llegó Valdemaro, después Alejandro y por último Zara.
Mi hermano mayor César Francisco murió cuando tenía catorce años al caerse del caballo se enganchó uno de sus pies en el estribo, el caballo desbocado lo arrastró lanzándole patadas hasta ocasionarle la muerte.
Antonio Ramiro Díaz Arrué
EZEQUIEL DIAZ CHAVEZ SU TESTIMONIO FAMILIAR
TESTIMONIO DE DON EZEQUIEL DÍAZ CHÁVEZ
(Entrevista realizada por Luis Alberto Díaz Proaño a sus abuelos Ezequiel Díaz Chávez y Eva María Arrué Chávez)
“Todo lo que te puedo contar hijo es lo siguiente:
BENITO CHAVEZ, fue el primer abuelo que formó Melendez, tuvo como esposa a doña ANDREA SALAZAR que era natural del pueblo de Huasmín, ellos tuvieron los siguientes hijos que iré diciéndote en orden de nacimiento: MANUEL CHÁVEZ SALAZAR, JACOVA CHÁVEZ SALAZAR (mamá Jacovita, mi mamá Jacovita se casó con un tal HORNA y ellos tuvieron los siguientes hijos: Manuel HORNA CHÁVEZ, José HORNA CHÁVEZ (jushingo), Lucía HORNA CHÁVEZ quien se casço con Wenceslao SÁNCHEZ y tuvieron los siguientes hijos: Amalia, Adelaida, Teresa, Rosaura, Eleuterio y Paulino SÁNCHEZ HORNA. Eleuterio tocaba muy bien toda clase de instrumentos musicales.
Ahora, hablando de mi abuelo Manuel CHÁVEZ, el se casó con mi abuela Dámsa CHÁVEZ que tuvo como padre a Martín CHÁVEZ y como madre a doña Alejandra HORNA, el se casó con mi abuela Dámasa CHAVEZ quién tuvo como padre a Martín CHAVEZ y como madre a doña Alejandra HORNA. Ellos tuvieron los siguientes hijos que te los mencionare por orden de nacimiento: Dámasa (que fue mi abuela), Paula, Evaristo, María Maile, Plácido e Isidro CHAVEZ HORNA.
Ahora hablaremos de los hijos de mi mama Dámasa: José, Eulogio, Benjamín, Carmen (que fue asesinada de 30 puñaladas), Gregoria (que fue mi madre), Candelaria, Andrea y Gavina CHAVEZ CHAVEZ.
Mi madre tuvo dos hijos de padres diferentes: Ezequiel DÍAZ CHÁVEZ, hijo de Pasión DÍAZ SALAZAR que era de celendìn y Precila DÍAZ CHÁVEZ, hija de Eloy DÍAZ ARAUJO que era de Huacapampa. Yo no lo vi. nunca a mi padre, supe que murió cuando se estaba yendo a Iquitos.
Mi padre Pasión DÍAZ SALAZAR tuvo otra señora llamada Griselda MEDINA, con ella tuvo cinco hijos que fueron: Emiliano, Demetrio, Manuel Jesús, Elinora y Angélica DIAZ MEDINA.
Viví con mi madre hasta un año después que me case, a los 26 años.
Mi abuelo era un hombre acomodado, era cantor y también negociante, porque mi abuelita hacía bayetas y también criaba ovejas que llevaba mi abuelo a vender en Chachapoyas a buen precio y una vez cuando regresaba con sus mulas cargadas con piedras de sal le dio un cólico y llegando a Balsas murió. Balsas es un pueblito del Marañón.
Te contaré hijo que los indios de Cajamarca, indios legítimos, verdaderos descendientes de los incas, hacen ollas, adornos y toda cosa de barro pero muy fino, no como los que hacen ahora y estaban decorados con una variedad de colores, unos colores maravillosos muy bonitos. Estos indios llevaban a vender desde Cajamarca a celendìn sus mercaderías envueltas en paja y bien amarrado a sus mulas. Estos indios hablaban el español y el quechua y una vez que estuve en celendìn escuché que decían “nosotros venimos hasta aquí trayendo nuestras ollitas en burro, pero a Trujillo en cambio nos vamos en carro, yo preguntaba ¿y que será el carro? ¿Cómo andará? ¿Qué cosa será?, en ese entonces yo tenía la edad de 14 años.
La primera vez que fui de celendìn a Chachapoyas fue a los 18 años.
Benito CHÁVEZ era agricultor y vendió parte de sus tierras a Francisco ARRUE, padre de tu abuela y lo restante dejó como herencia a sus hijos.
La Quinua, era una finca grande, casi una hacienda, adyacente a Melendez, que me dijo mi abuela que su compadre Deogracias ARRUE la compró a un cura apellidado Merino, para obsequiarla a su hijo Francisco ARRUE, este Francisco se casó con Dolores BURGA de Chachapoyas quien se quedó a vivir en la Quinua porque le gustó.
Esta es una versión controvertida porque la recibida por mi en forma directa de boca de mi padre y en repetidas ocasiones es que solamente vio a su padre una vez cuando estuvo muy pequeño y relata que esa única que lo vio en la casa materna, a pedido de su progenitora se dedicó a cortarle el cabello, pero que por mala suerte, cayó un piojo en su rodilla, causándole gran repulsión, alarmado exclamó ¡ve un piojo! Alejándole tan lejos como sus brazos le permitían, hasta terminar la faena de corte de pelo, esta actitud le causó al pequeño Ezequiel una gran decepción y pensó para sus adentros “no debe ser mi padre, de serlo no me tendría asco” y algunos años después cuando su propia madre le dio la noticia de su muerte, lo tomó con indiferencia, no le afectó ningún sentimiento.
-Se refiere a don Manuel CHÁVEZ SALAZAR
- Se deduce que este suceso ocurrió en 1910.
-Se refiere a mi madre Eva María, esposa de Ezequiel y abuela de Luis DÍAZ PROAÑO quien hacía la entrevista.
Antonio Ramiro Díaz Arrué
