Diez años antes del encuentro entre Pizarro y Atahualpa en Cajamarca, un jinete silencioso pero mortal ya había ingresado a los confines del Tahuantinsuyo: desde Panamá hasta la Patagonia americana el virus de la viruela se propagó con una rapidez asombrosa.
La memoria es un arma cargada de futuro
No se puede decir que las enfermedades infecciosas fueran desconocidas por los indígenas americanos antes de 1492, en particular tenían el disgusto de conocer la tuberculosis. Pero nunca habían estado espuestos a toda la pléyade de enfermedades que llevaban milenios afectando a europeos, africanos y asiático. Hanlo del sarampión, la peste, el cólera, la fiebre tifoidea, la difteria, la malaria, la escarlatina, la fiebre amarilla y, sobretodo, la viruela.
Claro, también hubo otras enfermedades propiamente americanas que afectaron a los invasores, como la sífilis, pero por las propias características de estas enfermedades, no fueron tan mortíferas.
Los contactos entre poblaciones lejanas suelen conllevar expansión de enfermedades para las que los nuevos grupos de población no tienen las defensas apropiadas. La viruela por su parte, es probablemente la enfermedad más mortífera a la que se ha enfrentado la humanidad, no en vano siempre se ha dicho que las guerras biológicas en el futuro se realizarían con mutaciones de esta enfermedad. Europa padeció grandes epidemias de viruela al menos desde el sV a de C.
Era de esperar que la llegada a América de la viruela, a bordo de los primeros europeos, desencadenara una pandemia sin precedentes.
CARIBE Y MÉXICO
De hecho, la primera epidemia de viruela es casi inmediata. Ya las islas del Caribe se vieron afectadas por la enfermedad, sin bien es dificil calcular cuantas personas murieron a causa de la viruela y cuantas por la desnutrición y los malos tratos.
Era 30 de junio de1520, una espedición de conquistadores españoles mandada por Hernán Cortés, se había visto obligada a retirarse luchando de Tenochtitlan, con grandes bajas. La expedición europea se encontraba desmoralizada, diezmada y aislada del resto de posesiones españolas en el Caribe, creo que generalmente no se tienen en cuenta lo realmente cerca que estuvieron de ser aniquilados.
Sin embargo, la respuesta de los aztecas fue lenta y caótica, dándole a los invasores el tiempo que necesitaban para reorganizarse. En parte, esto se debe a la mentalidad azteca, menos agresiva que la europea. Pero parte de culpa la tuvo también la epidemia de viruela que automáticamente se desencadenó sobre la capital del Imperio. Se calcula que en unos pocos meses, el 25% de los aztecas murieron a causa de la epidemia, la mayoría de ellos soldados (que, por motivos obvios, habían mantenido un contacto “más estrecho” con los invasores).
Una de las características de la viruela es la de que, aquellos que sobreviven, suelen quedar debilitados de por vida. No sabemos el porcentaje de soldados debilitados por la viruela tuvieron que enfrentarse en las posteriores campañas contra los españoles, pero es probable que fuera elevado. No debemos menospreciar tampoco el factor moral, al fin y al cabo, muchos aztecas ya consideraban que los invasores eran en realidad dioses y la propagación de una epidemia tan atroz tras haberles infrigido su más severa derrota, sin duda debió ser tenido en cuenta.
Niño infectado de viruela
LOS ANDES
La instalación de los españoles en las Antillas primero y en México después, así como sus expediciones exploratorias (y a la captura de esclavos) por toda la costa del Caribe servirá para provocar la expansión de la epidemia que, desde ese momento, siempre llegará antes que los conquistadores. Así, sabemos que una epidemia de viruela se extendió por la actual Colombia a finales de la década de 1520, desde allí alcanzó lo que hoy es Venezuela y el Imperio Inca donde, junto a la guerra civil que se estaba produciendo, en un par de años, podría haber matado a cerca de la mitad de la población. El terror que creo la viruela puede verse reflejado en algunas obras de cerámica de la época.
NORTEAMÉRICA
Los españoles exploraron la costa de norteamérica, incluso por unos pocos años intentaron establecer una colonia en el lugar que hoy conocemos como Virginia. Sin embargo, las primeras epidemias de viruela en la región que conocemos están relacionadas con los colonos ingleses y franceses. Así, por ejemplo, los hurones podrían haber perdido la mitad de sus efectivos entre 1634 y 1640. Los iroqueses aprovecharon entonces su debilidad para borrar al pueblo hurón de la historia (salvo dos pequeños grupos que emigraron a Quebeq y a Oklahoma)… y después sufrieron a su vez los efectos de la enfermedad.
Son numerosos los testimonios sobre aldeas enteras destruidas por la viruela. Las epidemias se sucederían unas a otras y la enfermedad se volvería endémica apartir del sXVIII. Durante la guerra de independencia de los EEUU, Peter Kalm estimaría en 125.000 las personas muertas en un solo año, y hablaría de aldeas abandonadas donde los pocos supervivientes, debilitados por la enferemdad, debían huir en pleno invierno para al final ser devorados por los lobos. O de supervivientes que habían perdido a toda su familia y que, desfigurados por la enfermedad, decidían acabar con su vida.
Apartir de 1780, por lo menos, la enfermedad también era endémica de las grandes llanuras del interior de Norteamerica. Entre los indios mandan se dio el primer brote el 14 de julio de 1837, en agosto del mismo año, prácticamente los indios mandan habían dejado de existir. George Clating nos describe la muerte del jefe Four Bears:
“Este hombre de calidad estaba sentado en su wigwan, y veía a todos los miembros de su familia, a sus mujeres y a sus hijos pequeños, muertos a su alrededor… Cubrió los cadáveres con telas, luego salió y fue a sentarse en una colina [...] decidido a dejarse morir. Al sexto día tuvo todavía suficientes fuerzas para volver a su tienda, echarse junto a los cadáveres, cubrirse con la manta y esperar la muerte, que le llegó al noveno día de su ayuno.”
Serían de los últimos grandes afectados. En 1832 el gobierno de los EEUU emprendió un programa de vacunación masiva y, apartir de ahí las epidemias serían progresivamente menos mortíferas.
RESPONSABILIDAD DE LOS EUROPEOS
Tradicionalmente, se ha disculpado a los europeos de estas tragedias ya que se ha considerado que estos no podían saber las consecuencias que su contacto tendría sobre los indígenas. Pero esto no es del todo cierto.
Por una parte, las grandes epidemias de la historia (y las de viruela en América no son una excepción) han tenido cierta tendencia a producirse en épocas de hambre. La enfermedad está ahí, agazapada, matando a unas pocas personas al año, pero sólo cuando se produce la hambruna es cuando la enfermedad de pronto empieza a crecer y se convierte en epidemia.
Y es innegable que la presencia de los europeos tuvo mucho que ver en el hecho de que las poblaciones amerindias sufrieran los efectos del hambre.
Por otra parte, no debemos olvidar el hecho de que los europeos generalmente se alegraban cada vez que surgía una epidemia, y de hecho las consideraban enviada por Dios. Algunas veces, incluso, se dio un paso más allá: El general británico Amherstm, en Fort Pitt (en la actual Pennsylvania) ordenó en 1763 “propagar la viruela entre esa chusma”, a lo cual su subordinado. el coronel Henry Bouquet, respondió que ya lo había hecho por el procedimiento de regalarles o venderles mantas contaminadas. El método “de las mantas contaminadas” pudo ser un proceso bastante común, a juzgar por lo que nos cuentan las fuentes.
La viruela, la gripe y el sarampión fueron las tres enfermedades que con la llegada de los españoles arrasaron con la población indígena. No sólo la espada y la cruz hicieron sucumbir a los imperios del centro y del sur de América. Las plagas facilitaron mucho en la tarea y ayudaron a la conquista de dos pueblos de cultura avanzada y tradición guerrera, como los aztecas y los incas. En Cajamarca el año 1532, comenzó la destrucción de la organización del Imperio de los Incas, en la que no había pobres, ni hambrientos, ni desocupados; donde el dinero no se conocía y los habitantes que eran aproximadamente más de 20 millones, estaban protegidos socialmente y económicamente desde la cuna hasta la tumba, un hecho que no se ha dado ni en el pasado, ni en el presente; pues las doctrinas de derecha e izquierda lo único que han hecho a través de los años a sido empobrecer más a los pueblos. Durante el Imperio se combatía la mentira, el robo, y la ociosidad, causa del sub-desarrollo; tres leyes cumplían estrictamente AMA SUA; AMA QUELLA Y AMA LLULLA (no seas mentiroso, no seas ocioso y no seas ladrón).
Según los descubrimientos, se llega a la conclusión, que las culturas de América estuvieron más cerca del cristianismo que los seudos cristianos españoles, que eran sanguinarios e ignorantes de las escrituras; sin la caridad, ni la hermandad y el amor hacia el prójimo enseñado por Jesucristo el Divino Redentor. Después de la matanza de Cajamarca, los católicos acusaron a los Indios de ser paganos, los expulsaron de sus tierras, dando comienzo a los grandes latifundios y haciendas; pero esta demostrado que los americanos tenían más conocimiento que los invasores; ellos poseían una sabiduría más elevada que iba en armonía con la naturaleza y el cosmos, aquí algunas comparaciones:
A) La Cultura Americana, sabia que la tierra era redonda y que giraba alrededor del sol desde muchos siglos atrás; los españoles pese a ser una cultura aparentemente más civilizada aún creían que la tierra era plana como una mesa.
B) La cruz traída por los españoles ya era conocida por los incas, claro que no le daban ese valor tan espiritual como los españoles; la cruz cuadrada, era para ellos el símbolo rector del equilibrio y la perfección, la fórmula matemática que ordenaba el pensamiento, la fe, la comunidad y el territorio andino;
C) Los invasores en su gran mayoría eran ambiciosos, codiciosos y analfabetos; los Incas tenían escritura simplificada a través de dibujos en tablas, báculos o tejidos y perennizados en los kipus, eran nudos en hilos de colores, que contenían mucha información;
D) Los incas respetaban la cultura y creencia de los pueblos que conquistaban los españoles destruían todo;
E) Los Incas practicaban desde tiempos remotos el TRUEQUE, que era el intercambio de un producto por otro; los españoles trajeron el dinero que produce envidia, avaricia, deseos de poder, crímenes, pobreza y toda forma de mal hasta la situación actual;
F) Los Incas no ambicionaron el oro, ni la plata más bien lo usaban como cualquier cosa, pero los españoles por el oro exterminaron a gran parte de la raza antigua en las minerias, obrajes, esclavitud, etc.
Todo esto contribuyó a que España logre gran adelanto económico en Europa, igualmente hicieron los ingleses que exterminaron a los indios de Norteamérica, quitándoles sus tierras, por las riquezas que estas poseían por hambre al oro; y que decir de los franceses que hicieron otro tanto en el Africa comerciando con la raza negra, negocio inhumano al igual que los portugueses; hicieron otro tanto con la población americana; la historia que hemos aprendido de nuestros pueblos y del planeta entero, es una historia acomodada a los intereses de los invasores, para justificar sus crímenes, robos y barbaries que con el tiempo se han acumulando y nos han dejado como herencia la inmoralidad y la corrupción que son incontrolables, y el poder esta en manos de unos pocos que son descendientes de Españoles, que por su astucia siempre están en el poder.
América y todos los países subdesarrollados atravesamos la peor crisis de los últimos tiempos, mientras que los países que se han enriquecido con nuestros recursos ahora niegan su ayuda, su tecnología; si lo hacen piden a cambio introducir en nuestros países sus empresas, sus fabricas, sus minas con los cuales más se contamina el medio ambiente y ellos se enriquecen mucho más, lo cual nos imposibilita a salir adelante, más bien imponen leyes desiguales agraviando aún más la situación actual; el futuro del tercer mundo depende de la aceptación de volver al camino del cual hemos sido desviados hace ya muchos siglos atrás el cual es ser gobernados por las Leyes de Dios: la paz, la justicia, y la igualdad, serán una realidad si se ponen en práctica estos divinos mandamientos en el diario vivir.